La producción de vapor es uno de los principales costes energéticos de la industria; por eso, en un contexto de costes energéticos crecientes, el uso eficiente del vapor es un factor decisivo para el ahorro de energía. En las instalaciones de vapor existen múltiples posibilidades para reducir el consumo de energía y, a menudo, muchas de ellas no se ponen en práctica. Estas mejoras pueden llevarse a cabo en las tres fases del proceso de las instalaciones de vapor: en la generación del vapor, en su distribución y en la recuperación del condensado. Te explicamos cómo ahorrar energía en las instalaciones de vapor:
Ahorro en la generación del vapor

La primera medida de ahorro de energía en la generación de vapor consiste en un control constante de la tarifa de combustible que se tiene contratada y de su correcta aplicación. ¿Realiza usted regularmente ese control?
La segunda medida de ahorro es el control de la calidad de la combustión: emplear un exceso de aire superior al necesario es un método seguro de aumentar la factura del combustible sin producir más vapor. ¿Cómo controla el exceso de aire?
La tercera medida es mejorar la calidad del tratamiento del agua. Permitirá reducir las purgas de sales y de lodos, que pueden representar hasta el 3% del consumo de energía, y minimizar problemas de corrosión debidos al condensado. ¿Es su tratamiento del agua el adecuado?
La cuarta medida es la recuperación de la energía de los efluentes de la caldera: el calor de los humos y el de las purgas puede recuperarse para precalentar el agua de la caldera, el aire de combustión o para otros usos. Esa recuperación puede producir ahorros de energía sustanciales. ¿Recupera usted el calor de humos y purgas?
Otras medidas adicionales son: la limpieza regular de la caldera para mejorar la transferencia térmica de los humos al agua, incluida la supervisión/reparación del refractario. También es importante el control y, en su caso, mejora del aislamiento de la caldera.
Cómo conseguir ahorrar energía en la distribución del vapor

En las instalaciones de vapor, la medida de ahorro de energía más rentable es el aislamiento. Todas las tuberías, tanto de vapor como de condensado deben estar adecuadamente aisladas, incluyendo las válvulas y otros accesorios. Sin embargo es frecuente que, como se muestra en la fotografía (la tubería es de vapor), el aislamiento esté deteriorado o sea, simplemente, inexistente.
Normalmente el período de amortización del aislamiento es de tres o cuatro meses, por lo que es la medida de ahorro más rentable. ¿Están aisladas todas sus tuberías de vapor?
La segunda medida es la reparación de todas las fugas visibles de vapor. Perder vapor a través de juntas defectuosas u otras deficiencias de la instalación es consumir combustible y agua tratada sin ningún beneficio.
La tercera medida es la implementación de un programa de mantenimiento predictivo de los purgadores. Si un purgador fuga vapor, malgastamos energía y en ciertos casos ello puede generar además problemas de funcionamiento en otros purgadores; un purgador que está total o parcialmente bloqueado retiene condensado y hace que los procesos se desarrollen con más lentitud. El coste del mal funcionamiento de los purgadores justifica que sean revisados al menos cada seis meses.
Cómo conseguir un ahorro de energía en la recuperación del condensado
Aunque a veces se inyecte directamente vapor en los procesos (vapor directo), en la mayor parte de los casos el vapor cede su calor a través de un intercambiador de calor y se convierte en condensado. El condensado conserva aún alrededor del 30% del contenido energético del vapor. Su recuperación en la mayor medida posible es vital para minimizar el consumo de energía.

Desgraciadamente, imágenes como la de la fotografía adjunta son frecuentes. Una gran parte del condensado producido acaba siendo expulsado a la atmósfera en forma de revaporizado debido a
que las instalaciones fueron diseñadas en épocas de energía bara- ta en las que esas ineficiencias no afectaban significativamente la cuenta de explotación de las empresas.
En la mayoría de los procesos, sin embargo, la presencia de vapor flash puede evitarse y, cuando ello no es posible, existen técnicas que permiten su reutilización, directamente o mezclado con vapor de alta presión para producir vapor a media presión. Aunque en estos casos la inversión necesaria puede ser significativa, los plazos de amortización suelen justificarla ampliamente.
Te podemos ayudar a saber cómo ahorrar energía en las instalaciones de vapor
En SEDITESA somos expertos en vapor. Desde 1990 somos representantes de TLV, el líder mundial en tecnología del vapor pero, además de los purgadores de vapor, válvulas reductoras, válvulas de control, separadores y otros productos TLV, estamos en condiciones de ofrecerle:
Auditorías energéticas: desde un diagnóstico sencillo que detecte los principales problemas y sus posibles soluciones hasta estudios complejos que incluyan análisis termográficos, de humos, etc. y una evaluación económica detallada de las distintas opciones de mejora.
Mantenimiento predictivo de purgadores: el equipo TrapMan de TLV nos permite realizar de forma rápida, sencilla y económica un diagnóstico de sus purgadores en el que se detalla su estado de funcionamiento y, en caso de fuga, el coste económico de su mal funcionamiento.
Suministro de calderas y equipos de recuperación de condensados.
Nuestra colaboración con ENERGESA nos permite suministrar llaves en mano todo tipo de calderas y equipos de recuperación de condensado a precios muy interesantes.
¿Te han quedado dudas sobre cómo ahorrar energía en las instalaciones de vapor? contáctanos.